Dislate nocturno

Aun despierto recordando su repugnante aliento, sus asquerosas palabras... gritando por una ayuda que nunca llegó.


Bajo el miedo que inspiraban sus petrificantes ojos, trataba de alejar sus mentiras y manipulaciones, tratando de conservar lo poco que quedaba de mí en su maligna mirada. Porque aún mantengo sus cicatrices en mi odio, mi piel, mi adolorido cuerpo... Y su falso rencor a la humanidad se llevó mi alma al infierno y depuraron el corazón, ese corazón de maldad de la que fue victima mi inocencia.